martes, 14 de octubre de 2008

Reseña de Lecturas 17 y 18.

Maestría en Comunicación y Tecnologías Educativas


 


 


 

MÓDULO DE COMUNICACIÓN


 


 


 


 

 

Reseña de Lecturas 17 y 18.


 

Sesión 12


 


 


 

 

Blanca Lydia García Luján.

http://blydia13.blogspot.com


 

Grupo 02

Sede Chihuahua.

Tutor: María Margarita Victorica Sánchez.


 


 

14 de Octubre de 2008

 


 

FUENZALIDA, Valerio "Introducción" en Televisión Abierta y Audiencia en América Latina (pp. 9-20), Editorial Norma, 2002.


 


Valerio Fuenzalida Fernández. Licenciado en Teología por la PUC, Magíster en Ciencias Bíblicas por el Instituto Bíblico de Roma, Productor chileno de TV con estudios en la EAC-UC, especializado en Investigación de la Recepción de la TV por la audiencia y en TV Pública latinoamericana. Trabajó como Jefe de Investigación Cualitativa de Audiencia en Televisión Nacional de Chile. Autor de una veintena de libros y una centena de artículos sobre TV. Profesor en la Cátedra UNESCO de Comunicación Social. Actualmente trabaja como Consultor para canales televisivos impartiendo Talleres de entrenamiento en géneros televisivos y en investigación de audiencia, y como profesor invitado en Universidades. Director del Diplomado en Estudios de Audiencia en el Instituto de Estudios Mediales de la Facultad de Comunicaciones en la Pontificia Universidad Católica de Chile; Coordinador en Chile del Observatorio de la Ficción Televisiva Iberoamericana (OBITEL); profesor del Magíster en Comunicación Social de la Universidad Diego Portales y Editor asociado de la revista Telos en Madrid.


 

Introducción.

En México la desorganización, la corrupción y pobre desempeño de las redes nacionales constituidas por canal 13 y canal 7 llevó a la privatización para conformar la empresa privada TV Azteca. El Gobierno ha mantenido como TV pública los canales 11 y 22 (UHF) que cubren parte del territorio por aire y cable, canal 11 es la más antigua estación pública cultural en América Latina operada por el Instituto Politécnico Nacional y con una cobertura parcial de los hogares de México. Emite una programación sustantivamente cultural, en el sentido tradicional de la expresión, con películas clásicas, documentales y series, programas de información e infantiles; de esta programación se han excluido las emisiones deportivas y las telenovelas. Con estos datos ubicaremos nuestro entorno social y podremos comparar algunas situaciones contempladas en el texto al mismo.


 

Desarrollo:


 

El autor aborda algunas relaciones entre la TV abierta y audiencias en América Latina, distingue la recepción televisiva o de libre recepción y la satelital o de pago por evento. En esta que es la introducción de su libro nos habla sobre su experiencia y conocimientos, situados en América Latina. Por recepción se entiende "los procesos de relación de las audiencias con canales y mensajes".

Aclara que no existe una audiencia homogénea ni masiva, sino diferenciada y segmentada en diversos grupos. Aporta el conocimiento y experiencias adquiridas a lo largo de viente años de estudios de recepción acerca de la audiencia televisiva.

Señala tres perspectivas en las que se fundamentan la investigación de las audiencias en TV.

  1. La que surge del interés sociopolítico en la relación sociedad y medios masivos de comunicación. Donde algunos estudiosos del tema, dedican espacio a sus reflexiones a la influencia general de los medios masivos de comunicación en la vida social contemporánea, y en otro sentido plantean hipótesis para problematizar la influencia de la TV en particular. Se menciona como muestra de esta perspectiva los estudios de la denominada escuela cultural británica, y una variante de esta aproximación los estudios de instituciones públicas de Chile, Gran Bretaña y Francia.
  2. Otra proviene desde el interior de la industria televisiva, enfocada a la reunión de información acerca de las características de la audiencia, siendo estas de tipo cualitativo y cuantitativo.
  3. Y por último la que se ubica en los canales en el interior de las gerencias de programación y producción, se observa la respuesta de la audiencia en función del rating, dando lugar a la creación de programas en función de ello.

Ubicado en esta última perspectiva sustenta el análisis de su texto. En el nos habla de una relación triangular: audiencia -demandas sociales- empresa televisiva, macroactores de esta relación, donde cada uno de ellos se rige por leyes diferentes, a decir del autor. El primero bajo la ley de la gratificación, la segunda la ley del "debe ser" que diversos actores sociales quieren asignar tanto a la audiencia como al emisor, y la ley de la sustentación aplicable al último de ellos.


 

El televidente se expone al medio y ve aquel programa televisivo que le motiva y le gratifica en su consumo privado en el interior del hogar. Todo "deber ser" televisivo asignado por actores sociales a la TV abierta, si no es elaborado según las posibilidades y limitaciones del lenguaje audiovisual, simplemente no atrae a una audiencia importante.

Los actores sociales señalan a las estaciones de TV y en mayor medida a un canal público, los "deberes" que tendría que cumplir una programación televisiva y los programas que deberían emitir. La alta cultura se irrita con las expresiones televisivas de la cultura popular masiva.


 

El actor que ejerce la función de emisor empresarial-económico-artístico en la industria televisiva es altamente institucionalizado. La ley de la sustentación y reproducción es la norma que guía al actor emisor. Lograr la sustentación implica poner en actuación varias capacidades entre ellas. Su capacidad productiva, la de gestión administrativa de la empresa, prospectiva de la industria nacional e internacional, agilidad para adaptarse a un escenario televisivo dinámico y cambiante. El saber constituirse como un actor con peso significativo en el sistema televisivo, posicionarse con una identidad corporativa diferencial, capacidad de contactar a la audiencia para producir y poner en pantalla programas atractivos y económicamente sustentables y finalmente la capacidad de legitimarse socialmente, respondiendo a las demandas de los actores que representan el "deber ser".


 

Conclusiones:

Aún cuando se trata de una mera introducción, nos invita a reflexionar sobre ese maridaje establecido entre los medios y las audiencias.

¿Tenemos lo que merecemos o pedimos en la programación de las emisoras televisivas?, ¿responden realmente a las preferencias y gustos de las audiencias?, o en otro sentido ¿nos adaptamos a lo que nos ofrecen y es tal la influencia que finalmente terminamos tomando lo que nos dan?, si bien es cierto existe esa relación triangular que menciona el autor, y que se trata de responder al gusto de las audiencias, al compromiso social de ofrecer una programación con calidad, esto debe llevar a sostener un canal con ganancias lo suficientemente atractivas. Si me gustas te veo, si te veo aumento mis niveles de consumo, entre mayor es el rating de un programa, más saturados lo vemos de anuncios publicitarios, spots políticos y todo aquello que resulta una influencia más que directa en los cambios culturales de las audiencias. Y entonces me habré de preocupar canal de televisión en ofrecerte aquello que te mantenga cautivo.

Y entonces giramos la mirada hacia los canales que tenemos en México, porque nos encontramos con la triste realidad de que los canales que más venden, no son precisamente los que fueron pensados con propósitos educativos, y no se trata de que estos últimos tengan una mala programación. Resulta que seguimos deseando lo que otros tienen, así que nos sentamos frente al televisor a ver series que promueven una cultura que no es la nuestra y nos encanta, series de ficción, carentes de valores, y que venden el sueño americano, que no solo me entretienen, sino que llegan a impactar en todo un estilo de vida. Eso es lo que ven nuestros estudiantes, si solo se quedaran con la fase de entretenimiento, sería fantástico, pero cuando vemos que imitan lenguajes impropios, actitudes irresponsables consigo mismo y hacia los demás, hay que encender la luz roja y haciendo un alto en el camino, aprender junto con ellos a ser selectivos y críticos. Una imagen dice más que mil palabras, pero la misma imagen vista desde diferentes ángulos me dirá cosas distintas. Tengo que aprender el lenguaje de los medios, es una conclusión repetida una y otra vez y todas las que sean necesarias para apropiarme de ella.


 


 


 


 


 


 


 
 
 

FUENZALIDA, Valerio "Evolución de la relación entre educación y televisión", "Las expectativas educativo-situacionales de la mujer ama de casa" y "Las formas de realización y las expectativas educativas" (Capítulos 1,2 y 3) en Expectativas educativas de las audiencias televisivas, Editorial Norma, 2005. (pp. 9-80).


 

VALERIO FUENZALIDA Grado académico: Licenciado en teología, Pontificia Universidad Católica de Chile, 1961.Otros estudios y/o postgrados, Magíster en ciencias bíblicas, Instituto Bíblico de Roma, Italia, 1963. Estudios de producción de televisión, Escuela de Artes de la Comunicación, Pontificia Universidad Católica de Chile, 1973. Áreas de investigación: Televisión, recepción y audiencia de televisión; televisión Pública.


 


 

Introducción.


 

La relación de la TV con el mundo de la educación ha sido tradicionalmente un tema muy conflictivo en Occidente; envuelve la relación del ser humano con esta enorme agencia televisiva del espectáculo y de la entretención. Hay que dejar claro que la diversidad no es una excepción y que en el discurso la diversidad puede estar muy bien entendida, sin embargo, no atendida. Hay que reconocer que ignorando la diversidad se afecta el sentido democratizador de la educación.


 

Este libro aborda la relación Educación-Televisión desde el interior de la situación de recepción en el hogar; a partir de resultados de investigación etnográfica acerca de la recepción televisiva, muestra que las diversas expectativas educativas de las diferentes audiencias aparecen asociadas con las situaciones existenciales de recepción.


 

Desarrollo.

Se han asignado tres funciones básicas a la TV: informar, entretener, educar. Es sobre ésta última que dentro del primer capítulo el autor hace un recorrido sobre la evolución de la televisión abierta en relación con la educación. Entre 1960 y 1975, se abre una etapa de televisión pública instruccional, que en un esfuerzo inicial da lugar a lo que se denominó "teleclases formales", donde se hacía coincidir horarios de clases escolares, con programas de televisión relacionadas con determinadas materias.

Es a finales de los 70 que aparece un nuevo concepto, la teleeducación, en el sentido de la educación a distancia, se asume el multimedialismo. Se constituyen organizaciones especializadas en educación a distancia, tal es el caso del ILCE para operar red EDUSAT en México, se abren canales exclusivos para tal efecto. La programación educativa es concebida como un contenido temático segmentado.

Se da inicio a la era de Internet en el que se han depositado grandes expectativas para mejorar la calidad de la educación en todas sus modalidades, opera en México la Red Escolar de Informática Educativa. Se considera en esta fase que "el computador es más cercano a la cultura letrada de la escuela que la televisión".

Lo actual es la integración de la televisión instructiva formal con internet en línea.

El autor se refiere al final de este primer capítulo a la televisión segmentada por cable y la curiosidad cognitiva personal y los intereses culturales, lo que da lugar a una nueva forma de televisión educativa, lo que viene a constituir una enciclopedia visual, recibida en el hogar vía servicio de cable.

La recepción privada en el hogar ha permitido identificar la manera en que las audiencias producen relecturas, resignificaciones y apropiaciones educativas en relación a diversos programas ofrecidos por la televisión. Lo que la audiencia espera recibir en este espacio tiempo cultural se denominan expectativas existenciales-situacionales.


 

En el segundo capítulo Fuenzalida presenta algunos casos de estudios etnográficos del ama de casa, en su relación con la TV, plantea este análisis dividido en cuatro etapas en el ciclo diario: a) etapa de intenso trabajo en el hogar, donde prevalece la atención auditiva de monitoreo, b) etapa de descanso postmeridiano, donde buscan programas ficcionales, que permitan el descanso físico, c) etapa de trabajo y atención a hijos, programas que permitan compartir en familia y entretener a los hijos y d) etapa del prime time, pueden llevar a seleccionar programas que requieran de una alta concentración, aunque regularmente no son las amas de casa quienes seleccionan esta programación. Las mujeres de estratos altos tienen menos demandas educativas y más de entretención, siendo las de estratos medios y populares las que demandan mayores expectativas educativas. También desea ver expresada temas que se relacionen con la identidad de la mujer, diferentes posibilidades de ser y actuar en tareas que no eran habituales. La telenovela es el género que históricamente ha sido el preferido por los productores, los anunciantes y el público femenino.


 

Ya hacia el capítulo 3 se habla sobre las formas de realización televisivas y las expectativas educativas, ya que algunas aparecen, en la percepción de la audiencia, inadecuadas a estos fines, y otras tienen más probabilidad de éxito. Menciona entre otros los programas informativos y las técnicas que los comunicadores emplean para la elaboración del contenido o tema del relato. El autor habla de la construcción del "protagonismo" que se maneja en el reportaje "agonal" donde se utiliza la "técnica formal de la estructura dramática, en donde aparece la actuación de los propios actores que buscan transformar una situación de adversidad".

Cuando habla de las formas de realización televisiva que comunican a la audiencia emociones positivas y negativas, haciendo evidente el lenguaje lúdico-afectivo y dramático, donde el tono emocional es el que permanece en la memoria emocional de la audiencia, vuelve a una pregunta hecha con anterioridad, que emociones son las que se desea comunicar, algunas comunican desesperanza, depresión, pasividad, lo que hace huir de ellas; otras sin embargo comunican interés, admiración, identificación, energía.


 

Conclusiones.

Aprender a ver la televisión debería ser definido como uno de los objetivos de la educación, pensar la televisión, simplemente por el tiempo que se le dedica, lo que nos permitiera adquirir las habilidades y destrezas para mejor interpretar el medio televisivo en su justa medida.


 

Todos los seres humanos tenemos capacidad de pensar. De lo que se trata es de aprender a pensar mejor, en un doble sentido, en cuanto a la eficacia y en cuanto a la competencia".


 

En las últimas décadas la oferta televisiva por cable y las plataformas vía satélite han ocasionado un crecimiento exponencial de la cantidad de horas de programación ofertadas, contando además claro, de las que se tiene a través de la televisión libre. Las que en su mayoría se dedican a entretener, aunque también se da un incremento menor a los que enfocan su objetivo a la educación y formación.

En nuestro Tecnológico la red de EDUSAT es un ejemplo claro de la subutilización de los recursos destinados a las instituciones. Primero nos quejamos de que no contamos con medios que apoyen los procesos educativos, y cuando los tenemos no hacemos nada con ellos.


 


 


 


 

 

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