martes, 21 de octubre de 2008

Reseña de lecturas 19 y 20.

Maestría en Comunicación y Tecnologías Educativas


 


 


 

MÓDULO DE COMUNICACIÓN


 


 


 


 

 

Reseña de Lecturas 19 y 20.


 

Sesión 13


 


 


 

 

Blanca Lydia García Luján.

http://blydia13.blogspot.com


 

Grupo 02

Sede Chihuahua.

Tutor: María Margarita Victorica Sánchez.


 


 

18 de Octubre de 2008

 


 

MARTIN BARBERO, Jesús "El libro y los medios, crítica de la razón dualista" en la Educación desde la Comunicación, Editorial Norma, 2001. (pp. 45-77).


 

Jesús Martín Barbero.

Doctor en Filosofía de la Universidad de Lovaina. Hizo un postgrado en Antropología y Semiótica en París. Sus estudios van encaminados principalmente hacia la investigación. Es también maestro en Antropología egresado en la Escuela de Antropología e Historia de la Universidad Nacional Autónoma de México. Postdoctorado en Antropología y Semiótica en Paris. Es autor de varios artículos y libros entre ellos "Cultura urbano y movimientos sociales" 1998. "De la comunicación a la filosofía y viceversa: nuevos mapas, nuevos retos en mapas nocturnos". "Diálogos con la obra de Jesús Martín-Barbero" 1998. "Pre-textos: conversaciones sobre la comunicación y sus contextos".1995. "Dinámicas urbanas de la cultura, en: Comunicación y espacios culturales en América Latina". 1994. "De los medios a las mediaciones" 1987. En un marco que no soslaya las propuestas del Foro Social Mundial ni las presiones del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial para transformar la educación en nueva mercancía, Jesús Martín-Barbero analiza los impactos de las nuevas tecnologías y sus usos sociales. Al hacerlo combina esta problemática con la crisis y mitificación del libro, la reformulación del concepto de educación de los dispositivos narrativos y audiovisuales, de los saberes y clasificaciones. Ni apocalíptico ni integrado, Martín-Barbero profundiza hipótesis y polémicas fundamentales para entender las complejas transformaciones contemporáneas.


 

Introducción.

"Lo que ha cambiado no es el tipo de actividades en que participa la humanidad, lo que ha cambiado es su capacidad tecnológica de utilizar como fuerza productiva directa lo que distingue a nuestra especie como rareza biológica, eso es, su capacidad de procesar símbolos" Manuel Castells.

A través de reflexiones por demás claras y precisas, el autor nos presenta un panorama de lo que en realidad debiera preocuparnos respecto a los cambios que se han experimentado, con la inclusión y surgimiento de los medios de comunicación e información.


 

Desarrollo.

El libro seguirá siendo clave, en la medida que la alfabetización primera (aquella que abre al mundo de la escritura fonética, en lugar de encerrarse sobre la cultura letrada) ponga bases para la segunda alfabetización, que nos abre a las múltiples escrituras que hoy conforman el mundo del audiovisual y del texto electrónico.

Se llega a olvidar de la complejidad del mundo adolescente, para enfocarse en comprender la relación entre estos y la TV, en lugar de ocuparse en corregir el ver de los telespectadores.

El primer paso será que la escuela piense menos en los efectos ideológicos y morales de los medios, y más en el "ecosistema comunicativo que configura a la sociedad a la vez como modelo y trama de interacciones, conformada por el conjunto de lenguajes, escrituras, representaciones y narrativas que alteran la percepción de las relaciones entre el tiempo del ocio y del trabajo, entre el espacio privado y el público, penetrando de forma ya no puntual, sino transversal la vida cotidiana, el horizonte de sus saberes, jergas y rutinas."

Replantear la idea de cultura con que la escuela trabaja, y de cabida a las ciencias y tecnologías en relación a los dispositivos de productividad como de la transformación de los modos de percibir, de saber y de sentir. Lo que implica incorporar las nuevas tecnologías de comunicación e información como "tecnologías intelectuales", haciendo de ellas estrategias de conocimiento.

De igual manera habrá que aprender a transformar la información en conocimiento, descifrar la multiplicidad que articula/disfraza la imagen, darle sentido a los signos. En esta nueva forma de lectura solo participan aquellas escuelas que tienen verdadera preocupación por el problema de la lectura, desde los primeros años, y la logra enlazar a la creatividad y el placer, al gusto de escribir y descubrir. Está entonces el libro en la etapa donde dejará de ser el centro del universo cultural. Su papel se visualiza como reserva del saber, y un medio de enseñanza, de expansión y expresión del individuo, en fin un medio de exclusión e inclusión social, de rebelión y control ideológico, de integración y fragmentación cultural.

Nos dice el autor, la actual crisis de la lectura entre los jóvenes se debe en menor medida a la seducción que ejercen las nuevas tecnologías, más lo percibe como la reorganización del mundo de las escrituras y los relatos, y las transformaciones de los modos de leer. Estamos ante profundos cambios, en todas las prácticas culturales de memoria, de saber, imaginar, crear, sentir.

Los medios audiovisuales constituyen un poderoso ámbito de socialización, dando lugar a la transmisión de valores, pautas de comportamiento, cambios en estilos de vida, generando una figura diferente de autoridad de la escuela de lo que se tenía antes. Quedan limitados las tecnologías en este caminar un tanto incierto, como auxiliares externos al proceso pedagógico.


 

Al término de este segundo capítulo al hablar de los medios, y en especial de la radio, dice que esta se convirtió en vocero de la interpelación entre pueblo y Estado, en mediación entre las culturales rurales y las urbanas. Considera también a los medios de comunicación como poderosos agentes de devaluación de lo nacional. Mediante estas nuevas actuaciones, su intencionalidad es la de responder a las nuevas demandas sociales, y las nuevas figuras de lo político.

Uno de los cambios más importantes que señala en cuanto a la relación de los medios con los públicos, es lo que da lugar a la transformación de una cultura de masas en una cultura segmentada. Lo que obliga a replantear la visión que se tiene de cultura mediática con homogeneización cultural. No escapa a su discurso textual, los intereses generados por una globalización tecno-económica.


 

Conclusiones.

La lectura de este texto, me lleva a un aprendizaje simple pero no por ello menos importante. Como docentes habremos de aprender que los medios no guardan una verdad absoluta o incuestionable, que no necesariamente reflejan de manera clara una realidad, y que habrá que ayudar a interpretar, para darle una justa dimensión a lo que escuchamos, vemos y en general percibimos a través de ellos. Que tampoco se manejan a capricho, que tienen una clara intencionalidad. Han sido producidos y son agentes activos de los procesos de construcción o representación de la realidad. Que la insistencia después de este módulo de comunicación es capacitarnos en una educación para los medios, que permita integrar el estudio de los mismos desde una visión más crítica y responsable, aprendiendo a utilizarlos e incorporarlos no como meros instrumentos de moda, sino como agentes integrados en los procesos de aprendizaje.

Tendremos que ponernos de acuerdo para salir de nuestro estado de indecisión, y asumir lo que sea de nuestra competencia, para aportar a una transformación creciente de este proceso, lo que necesariamente tendrá que verse reflejado en la integración de una mejor sociedad. Convertirnos en verdaderos educadores.

La educación tiene que reinventarse. Esta educación que sigue con el modelo del libro, de izquierda a derecha, lineal, secuencial, de arriba abajo, autoritaria, haciendo en gran medida que el alumno tenga que repetir lo que dice el maestro. Ya no es una voz del maestro que incita a hablar, a escribir, a pensar, a crear. Más allá de la buena voluntad del maestro es una cuestión del modelo de comunicación en la educación. Barbero (2007).

MARTIN BARBERO, Jesús y REY, Germán (Capítulos 2, 3, 4 y 5) en "Los Ejercicios del Ver", Gedisa, 1999. (pp. 20-48).


 

Germán Rey.
Psicólogo de la Universidad Nacional de Colombia. Profesor en la maestría de Comunicación de la Universidad Javeriana y en la especialización en Creación Multimedial de la Universidad de los Andes, en Bogotá Colombia.

Asesor en la casa editorial El Tiempo y coordinador del proyecto de indicadores sociales de industrias culturales del Convenio Andrés Bello.

Es miembro de la International Study Comission on Media, Religion and Culture.

Ha publicado:  Balsas y medusas. Visibilidad comunicativa y narrativas políticas; Los ejercicios del ver. Hegemonía audiovisual y ficción televisiva. Escrito en conjunto con Jesús Martín Barbero.

  

 
 

Introducción.


 

En la televisión, la imagen se transforma en "medio de expresión, de comunicación y también de adivinación e iniciación, de encantamiento y curación" como señala Jesús Martín Barbero, para mostrarnos su expresión más genuina, la del establecimiento de contacto con el otro. Y nos dice esta particularidad facilita la proximidad y la fascinación del ver televisivo, un ver que siempre se realiza desde un mundo más íntimo, más cercano, más privado pero que implica una visión "que produce la sensación de inmediatez, que es uno de los rasgos que hacen la forma de lo cotidiano".


 

Desarrollo.


 

Se incluyen en la presente reseña:  Del malestar al des-orden cultural, La modernidad de la televisión en América Latina, Oralidad cultural e imaginería popular y Diseminación del saber y nuevos modos de ver.

La profunda crisis tanto de los modelos de desarrollo como de los estilos de modernización está resquebrajando un orden, que al identificarse con la razón universal nos estaba impidiendo percibir la hondura del des-ordenamiento cultural que atraviesa la modernidad. En un primer párrafo que sacude el pensamiento y hace llamar la atención en la lectura, así da inicio el texto.

El protagonismo de las tecnologías antes llamadas medios es cada vez mayor. La fascinación tecnológica aliada al realismo de lo inevitable produce desconcertantes paradojas: la convivencia de la opulencia comunicacional con el debilitamiento de lo público; la más grande disponibilidad de información con el palpable deterioro de la educación formal; la continua explosión de imágenes con el empobrecimiento de la experiencia, la multiplicidad infinita de los signos frente al más grande déficit simbólico. La incertidumbre que conlleva el cambio de época, que provoca una crisis de los mapas ideológicos, se suma un deterioro de los mapas cognitivos que nos deja sin categorías de interpretación para entender el rumbo de tan vertiginosas transformaciones.


 

La TV es el medio que desordena más radicalmente el campo de la cultura, donde las imágenes aparecen en un contexto casi atemporal y donde todo llega sin que haya que partir, pero lo que anima el ritmo y compone la escena es el flujo, ese continuo de imágenes que se constituye en la metáfora más real del fin de los grandes relatos. Pero la capacidad de mediación de la TV depende en menor medida del desarrollo tecnológico del medio, o de sus formatos, se sostiene de lo que la gente espera de él y de lo que esta demanda social y culturalmente. "Si la TV atrae es porque la calle expulsa, es de los miedos que viven los medios", además se ha transformado en actor decisivo de los cambios políticos. Los medios especialmente la radio se convertirá en voceros de la interpelación que desde el Estado transformaba a las masas en pueblo y al pueblo en nación. Se empieza a hablar de una cultura sin memoria territorial, ligada a la expansión del mercado de la TV, el video o del disco, convirtiéndose en agentes de una cultura mundo con mayor presencia en los jóvenes.


 

Habrá que pensar ahora en la compenetración, complejidad y complicidad de relaciones entre la oralidad que prevalece como experiencia cultural primaria (alfabetización primera) de la mayoría y la visualidad tecnológica, esa forma de "oralidad" secundaria. Ante el asombro de los adultos emerge una generación de jóvenes que no se identifican con la cultura tradicional sino con una que nace de la conexión-desconexión con las tecnologías, jóvenes dotados con una "plasticidad neuronal" y elasticidad cultural, abierta a muy diversas formas y contextos y con una gran facilidad para manejarse en la complejidad de redes informáticas. Habremos de dar el salto de la ciudad letrada hacia la ciudad comunicacional donde no se requiere de cuerpos reunidos sino interconectados, una ciudad virtual. La fuerza de esta nueva ciudad se encuentra en su capacidad de acelerar, amplificar y profundizar las tendencias estructurales de nuestra sociedad.


 

En las nuevas formas del saber y nuevos modos de ver, la TV irrumpe los filtros de la autoridad parental, que se aprovecha del desordenamiento que atraviesa el mundo familiar insertando el desorden cultural. Los adultos por su parte solo dan importancia a los contenidos sin fijarse en la estructura de las situaciones sin comprender el papel de la TV en la reconfiguración del hogar, culpan a la TV de la falta de comunicación entre padres e hijos como si antes de que esta existiera la familia hubiera sido un remanso de comprensión y diálogo.


 

La escuela por su parte insiste en el régimen de saber basado en el texto impreso, al tiempo que la comunicación pedagógica se identifica con la transmisión de contenidos memorizables y reconstruibles, y donde se mide el rendimiento escolar por edades y por paquetes de información aprendidos, un modelo mecánico unidireccional al que responde la lectura pasiva. El libro seguirá siendo la primera alfabetización formal, que deberá poner las bases que allanen el camino para acercarse a las múltiples escrituras que forman el mundo del audiovisual y la informática. La escuela deberá pasar de un modelo centrado en la secuencia lineal, a otro descentrado y plural, cuya clave es el "encuentro" del palimpsesto y el hipertexto.

Al aceptar la tecnicidad mediática como dimensión estratégica de la cultura, la escuela podrá estar inserta en los procesos de cambio que experimenta nuestra sociedad moderna.


 

Conclusiones.


 

¿Cuántas veces hemos afirmado que nuestros estudiantes ya no tienen el gusto por la lectura, o simplemente que no leen? ¿Acaso tendremos que corregir este cuestionamiento? Lo que me atrevo a afirmar es que vemos diferente, aún ahora sigo patrones de lectura en donde la palabra impresa resulta más accesible a mi entendimiento, pero el continuo acercamiento a nuevos medios de producción de información y el uso de tecnologías, y principalmente la aceptación de querer utilizarlos, me abre las puertas a otras maneras de aprender.


 

Las múltiples opciones en las que circula la información, hace más sensibles nuestros sentidos, si en algún momento sentía la preocupación de incidir en alguno de ellos en particular, pues ahora los medios audiovisuales y las tecnologías de información los estimulan de manera simultánea. Los medios ofrecen otras formas de ver y de leer que producen una apropiación y le dan significado a la información que a través de ellos recibimos. ¿Y no era ésta la intencionalidad de la lectura de un libro? Estamos adquiriendo, o debemos considerar el adquirir las competencias necesarias, para bien utilizar estos medios que se encuentran a nuestro alcance, en un entorno comunicacional en constante cambio.

"La transformación de la educación se puede dar reconociendo la validez de la cultura oral, fortaleciendo la conciencia histórica, aceptando la tecnicidad mediática como dimensión estratégica de la cultura, insertándose en los procesos de cambio e interactuando con ellos". Frases tomadas del texto que hoy nos ocupa.


 
 

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