Reseña de Lectura 13.

TUFTE, Thomas "Soap operas y construcción de sentido: mediaciones y etnografía de la audiencia" en Comunicación y Sociedad, No. 8, Nueva época (pp. 89-112).

Maestría en Sociología de la Cultura (1989) y un Doctorado en Comunicación (1995). Desde 1999 ejerce como profesor titular en el Departamento de Estudios de Cine y Medios de Comunicación de la Universidad de Copenahgue. Sus investigaciones incluyen la comunicación estratégica, la comunicación para el desarrollo y el cambio social, estudios de audiencia cualitativos (recepción y análisis de la etnografía de audiencia), los medios de comunicación la sociología, los medios de comunicación y la globalización cultural, los medios de comunicación y el origen étnico.
^{Thomas Tufte.}

Introducción.

Se propone la etnografía de audiencias, como metodología para analizar el proceso de construcción de sentido de las audiencias, entendida esta como la producción de significado, el cual es articulado por las audiencias partiendo de las Televidencias que hacen de un programa o género específico. El género a estudiar son las soap operas. Se base en un estudio de campo multilocacional, donde intervienen 13 mujeres de 3 zonas urbanas distintas. El estudio incluye observación participante, entrevistas a profundidad, diario de campo y fotoetnografía, así como análisis de contenido de la telenovela brasileña "La reina chatarra". El marco teórico se basa en tres áreas focales, el análisis de género, el análisis de la vida cotidiana, y un análisis del flujo mediático.

Desarrollo.

Siendo la mediación la dinámica en la cual el sentido es construido en el proceso de la comunicación, el interés del texto se enfoca en los programas de eduentretenimiento E-E. Se toma además la tipología propuesta por Orozco de dichas mediaciones. Refiere de manera particular como es cada vez mayor la importancia de las emociones en la recepción de ficción de la audiencia. Dice que el análisis de la recepción ha mostrado, la diversidad de maneras en la cual los textos mediáticos son entendidos y apropiados por las audiencias, no importa si son de E-E o no. Señala como necesario obtener más datos de tipo emic (aquellos que emergen de una manera, natural) sin dejar a un lado los datos etic (que representa la visión impuesta por el investigador), para comprender de manera integral cómo los trabajos E-E pueden tener un mejor desempeño en la comunicación logrando entonces un cambio social.

Al respecto se han propuesto tópicos en el campo de la comunicación, para generar cambios sociales y en el E-E. Por mencionar uno de ellos es el de ONUSIDA, identificándose loa comunicación sobre el vih/sida como un paradigma de segunda generación. Se identifica en esta generación, la evasión de estereotipos, la atención a los ciclos vitales, el alcanzar y comprometer al hombre, el considerar la prevención e interacción de cuidados, la sensibilización ante las perspectivas de VIH+, entre otros.

Tufte identifica la necesidad de ampliar las aproximaciones, de las estrategias para explorar cómo se conciben, diseñan y evalúan las intervenciones E-E. La propuesta se basa en comprender la manera en que los textos mediáticos (como las soap operas en intervenciones E-E) interactúan con y se vuelven parte de las prácticas sociales y culturales, como lo plantea (Martín-Barbero).

En relación al estudio de caso que plantea el autor, en éste encuentra que: las telenovelas articulan un compromiso emocional e incrementan la participación de las audiencias. La mayoría de las mujeres demostró una fuerte identificación con los dramas emocionales televisivos. "La eficacia educativa de los mensajes televisados dependen más de la percepción de los espectadores que de las intenciones de la televisora (Fuenzaldía)" Además se aumenta el diálogo y el debate, y pueden romper el silencio en torno a asuntos polémicos. También socializan a los espectadores con nuevas formas de vida y articulan ciudadanías culturales. Articulan un sentido de pertenencia social y cultural.

Conclusiones.

Thomas Tufte, asegura que «no existe una identidad cultural que no sea narrada». «La desconexión de la comunicación» es la ruptura existente entre lo que sucede y lo que se comunica. Los medios de comunicación se convierten en reproductores y diseminadores de una pseudoverdad cargada de prejuicios, estereotipos, simplificaciones y valores maniqueístas en los que se fundamenta nuestro universo simbólico.

No tengo gusto por ver la televisión, y menos por las telenovelas, en los últimos años no recuerdo haber visto alguna, sin embargo me percato por reuniones en familia o con amistades, y entre mi grupo de estudiantes como las utilizan como tema de conversación. Deben significar algo importante porque de otra manera no entendería como elevarlo al grado de ocuparle tanto tiempo, en el momento de verlas o dedicarle comentarios adicionales en otros momentos.

Lo que sí recuerdo es haber visto algunas episodios de telenovelas de corte histórico, y por casualidad recordé que el verano pasado vi un libro que editaron a propósito de 50 años de telenovelas en México. En el relatan precisamente sobre las novelas que dedicaron a mostrar épocas de la Historia de México, "El Carruaje, La Tormenta, Senda de Gloria, que es la que recuerdo, junto con El Vuelo del Águila, La Antorcha Encendida (1996), que abarcaba desde la época del virreinato de la Nueva España hasta la Independencia de México".

También hubo alguna dedicada a fomentar la Educación para Adultos, así que de haber conciencia en los productores de televisión y los que diseñan y manejan este género, es claro que saben que pueden atraer la atención del público en temas que dejen en las audiencias, algo de más valor al solo entretenimiento.

Estudiar el comportamiento de la audiencia frente a las telenovelas, no debería limitarse a las mujeres, aunque las estadísticas las colocan en mayor frecuencia, pues observo entre los jóvenes que igual hombres y mujeres hablan sobre personajes y conflictos que se dan en ellas. Lo peculiar es que al escucharlos hasta he creído que están hablando de sucesos de la vida real, se apropian de tal forma del personaje o del suceso, que efectivamente como dice el autor, se pierde la dimensión entre la verdad y la ficción.