martes, 30 de septiembre de 2008

Reseña de Lecturas 14 y 15




OROZCO, Guillermo "Escuela y Televisión. Hacia una alianza por nuevos motivos" (Capítulo 10) en Televisión y Audiencias, un enfoque cualitativo, Ediciones de la Torre/Universidad Iberoamericana, 1996. (pp.159-178).

"Escuela y Televisión. Hacia una alianza por nuevos motivos"


Introducción.


Tenemos una TV que se rige por la obtención de máximas ganancias y una escuela centrada en la asimilación de información, que ofrece un acervo de conocimientos y que aplica métodos pedagógicos rígidos, el libro es el medio de transmisión por excelencia. Tomando como punto de partida estos preceptos, en este capítulo Orozco replantea que debe darse una vinculación inteligente, crítica y productiva de la TV con la escuela, con un enfoque general de democratización del intercambio social y del acceso al conocimiento. Esto dará lugar a un nuevo acompañamiento entre ambos para la educación del futuro.


Desarrollo.


La expansión cuantitativa de la TV impacta en la vida de todos, originando grandes cambios en lo social, político, cultural y económico entre otros. Su presencia cualitativa, vía la mediación colabora para ello, se menciona como una consecuencia de esta expansión los altos índices de deserción escolar. La influencia educativa de la TV se realiza no en algunos, sino en todos los ámbitos cognoscitivos de los televidentes, incluído el emotivo.

Entre los aspectos que preocupan de esta influencia, son aquellos que se manifiestan en una creciente erosión de la diversidad de los miembros de la teleaudiencia, un aumento de la inducción al consumo, la trivialización de la condición humana y en especial de la violencia, la creciente impunidad de la TV en la manipulación del conocimiento frente a sus audiencias, donde éstas adolecen del poder social que permita hacerle frente.

Ver la TV tiene por lo menos nueve diferentes tipos de efectos, relacionados directamente con la educación: desplazamiento de otras actividades como la lectura, alteraciones de ritmo cognoscitivo, estimulación informativa y conceptual, estimulación afectiva manifiesta en un desánimo generalizado, provisión temática esteriotipada, dada por diferentes patrones de comportamiento, conocimiento paralelo, cultivo de cierto tipo de actitudes "status quo", provisión de referencia que incide en una percepción sesgada de los acontecimientos, cambios de percepción en el procesamiento de información provocados por el uso de formas y códigos propios del lenguaje televisivo.



La TV definida como una institución que educa, pero que no tiene licencia para enseñar y que compite deslealmente con el esfuerzo y los objetivos educativos escolares y aún sociales. Ante esto se plantea la necesidad de una alianza entre la TV y los procesos educativos, realizar un trabajo pedagógico con las teleaudiencias, dedicar esfuerzos en programas de Educación para los Medios, señalando que hace falta crear una pedagogía crítica.

La falta de una pedagogía crítica que trascienda lo instrumental de la enseñanza y postule una revisión a fondo de la relación autoridad-poder-conocimiento, y que en buena parte ha sido inspirado en la obra clásica de Freire, ha propiciado una variedad de intereses, objetivos, estrategias y métodos para la Educación para los medios.

Se consideran al menos dos tipos de alianzas entre la TV y la escuela, una enfocada a la defensa de los televidentes y la otra centrada en el aumento de la eficiencia escolar, vía el aprovechamiento de la TV y otras tecnologías, dentro de una perspectiva aditiva. En la primera la estrategia que se considera es el desarrollo de un pensamiento crítico. Y en la segunda alianza nos dice que más allá de complementar, ampliar o fortalecer algunos procesos de enseñanza-aprendizaje en el aula, vía la provisión y uso de insumos mediáticos, trabajados de diversas maneras, se debe poner especial atención en ser utilizados dentro de una pedagogía crítica adecuada, que fundamentalmente se centre en desentrañar los mecanismos de construcción de la representación televisiva.

El gran poder de la TV consiste en certificar la realidad a través de su enorme potencial videotecnológico de representación, la Educación para los medios nos ayudaría a deconstruir sistemáticamente esa representación. La escuela actuaría como una institución cultural, donde se negocien significados, se produzcan y reproduzcan sentidos y se resistan significaciones tradicionales. Pero principalmente, se cuestionen los modos de producción cultural y los mecanismos de certificación del conocimiento y de las identidades usados por la TV.

La escuela tendría que asumirse como una institución educativa más, buscaría ejercer una influencia crecientemente significativa, selectiva, conservarse como una opción necesaria e imprescindible, privilegiando el desarrollo de aquellas habilidades que permitan a los estudiantes aprender y expresarse dentro de un entorno multimedia, ser alfabetizados múltiples.

La educación para los medios es una perspectiva pedagógica y cultural y supone un compromiso y una toma de posición profesional y política. No puede ser solo una asignatura más.

La alianza que se propone, tendrá que considerarse de manera estratégica y siempre sujeta a ser modificable.

Conclusiones.


Al igual que en textos cuya lectura hemos realizado con anterioridad, es claro que la TV juega un papel de educador sin tener de inicio esto como objetivo. Habría que considerar algunas programaciones que son excepciones por supuesto. Asumir a la TV como algo propio, de toda sociedad.


De la misma manera se ha coincidido, en la necesidad de Educar para los Medios, el desarrollar en nosotros primeramente y luego en nuestros estudiantes un pensamiento crítico, se habla ahora, no solo de un pensamiento crítico, sino de una pedagogía crítica, que involucra a todos los responsables del proceso educativo. La inclusión de Educación para los medios como una asignatura, ciertamente redundaría en un beneficio inmediato y directo en la sociedad, personas críticas, eligen de manera crítica y suman al crecimiento de dicha sociedad, esto sería maravilloso. La última frase de este capítulo lo expresa de manera tan clara al decir: "Diseñar esos puentes que permitan, desde diversas latitudes, fortalecer el trabajo educativo frente a la TV y de esta manera fortalecer la práctica escolar, la educación y la democracia".



RINCON, Omar "Introducción", "El encanto audiovisual" y "El ambiente Televisión" en Televisión, Video y Subjetividad, Editorial Norma, 2002. (pp. 9- 57)


Omar Rincón. Periodista y crítico de televisión. Nació en Maripí, Boyacá, en 1961. Comunicador social de la Universidad Javeriana con maestría en educación e investigación. Especialista en televisión de la Universidad Católica de Lima y master en filosofía de la comunicación de la State University of New York en Albany. Además de dirigir la Especialización en Periodismo de la Universidad de los Andes y el Centro de estudios de periodismo CEPER, es profesor e investigador de la Facultad de Comunicación y Lenguaje de la Universidad Javeriana y director del posgrado en Televisión. Analista de medios en el periódico El Tiempo. Autor de los libros Televisión, video y subjetividad (2002) y Bajo todos los fuegos (2002).


Introducción.


En un lenguaje que invita a la lectura, sí polémico, muestra al lector una nueva manera de ver la televisión, el texto, escrito por un hijo de la televisión, que además de reconocerse como tal, admite ser fanático y adicto a ella, invita a
repensar la televisión, partiendo de "una cultura audiovisual como entorno que nos produce culturalmente" y de "las sensibilidades como estrategias para imaginar lo diferente" en el flujo borroso y caótico de las imágenes dice el autor.


Desarrollo.


El encanto audiovisual que propone a la imagen como forma comunicativa privilegiada para narrar historias, para comprender y evaluar las experiencias humanas y sociales. En tiempos marcados por las políticas de la inestabilidad y las imágenes de la ambigüedad. Para comprender el paisaje audiovisual habrá que encontrar formas flexibles, estrategias adaptativas, explicar un universo habitado por la diferencia, la pluralidad y la falta de originalidad.

Somos imagen. Algunos defensores de las imágenes, como Machado que las ubica como el lugar estratégico de la creatividad social, o Sartori que las repudia por su insignificancia, Barbero que habla en su defensa, argumentando que el odio a ellas es por miedo a encontrarse con formas de expresión inestable, se mencionan en este primer capítulo a manera de mostrar los contrastes que a su significado se atribuyen.

Se señalan seis evidencias del porque de la sobredeterminación de la imagen en el paisaje simbólico contemporáneo:

Las imágenes dominan y determinan la cultura popular. La TV ritualiza formas de interpretar el mundo. El ojo está en el centro de la percepción, el pensamiento, la reflexión, la comunicación, la representación, el reconocimiento. La imagen es una forma de construcción del pensamiento. El siglo XX no puede pensarse sin el papel de las imágenes. La imagen dilución del ser.

El cine pasó a los altares de la reflexión y la adoración porque en este arte la sociedad puso en actividad lo imaginario. La TV ilumina al mundo, su éxito lo encuentra en la simplicidad de lo masivo y lo industrial.

Establece una comparación entre el cine, televisión y video, cada uno con su propia potencialidad expresiva. Así, el cine es el lugar de la imaginación, donde se puede crear la aventura, la TV es una industria que juega sobre lo cotidiano y el video es el lugar del experimento y la aventura. Lo interesante menciona el autor, es comprender que lo audiovisual visto desde esta triada aparece como el gran encanto de estos tiempos ya que marca desde su diversidad todo el entorno simbólico.

Se debe reconocer la televisión, desde su complejidad expresiva, narrativa, social, cultural y mercantil. No niega que hay superficialidad, desinformación, manipulación de los hechos, consumismo y violencia en los contenidos televisivos, el error está en ver esta problemática como su esencia. La televisión no es la problemática, es un instrumento, un eje de reflexión social.

La TV como agente socializador, habría que integrarle el proyecto de país que se desea. Como lugar de la política, brinda un espacio común, donde la sociedad civil se expresa en su pluralidad. Como institución educativa no es una opción es una necesidad. Se convierte en educativa a través del diseño de material didáctico, como escuela abierta, con programas de entretenimiento con intencionalidades formativas. Y tenga o no esa intencionalidad los aprendizajes provenientes de la TV podrán ser analizados y puestos en perspectiva.

El poder de la televisión no esta en "mostrar" lo que los políticos y corporaciones quieran, creen tener el poder cuando engañan y manipulan y esconden el resto del caos de la realidad. Es en la libertad de expresión en donde está su verdadero poder transformador de una sociedad que se expresa y se recrea, se resignifica.


"La televisión es útil en cuanto socializa estilos y formas de pensar, valorar, habitar la vida cotidiana, construye las referencias más comunes para las comunidades", dice Rincón.Y es que hay que entender que en la comunicación de la televisión no actúan sólo los que graban. Su movimiento no se acaba con la emisión, toda la sociedad es actuante. "El televidente tiene poder en sí mismo, ya que en él o ella recae la legitimidad de la televisión y la libertad de información, debería dejar su lugar cómodo frente al aparato y movilizarse para ejercer su ciudadanía, su derecho a la comunicación".

Conclusiones.


De todos los textos que he leído en relación a la televisión, es el que ha sido de mi mayor agrado, es una desmitificación de la TV, es un ubicarse en una realidad de la sociedad actual. Envuelto de positivismo, sin perder el centro justo en que se ubica la TV en la vida de cada hombre y mujer, y es universal. No hay palabras que confundan, nos dice esto es lo que hay, que quieres hacer con ello. A la vez que sin marcarlo como obligación propone algunas iniciativas para que podamos aprovechar los medios de mejor manera. Marca el compromiso que como padres y como maestros tenemos. Sin ser sus palabras entiendo de nuevo la importancia de educarnos para los medios, ser críticos, y ejercer nuestro derecho de vivir y ser mejores.
Si como ciudadanos pidiéramos otro tipo de programación en la TV seguro la tendríamos. Pero mientras eso sucede, y como somos libres de elegir lo que queremos ver, al menos hay que educarnos para ser selectivos y no dejar de ser nosostros mismos.

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